Necesitábamos un poco de tranquilidad, nuestra propia respiración superaba los límites de oxígeno del entorno

El oxígeno se acababa, no podíamos parar de sentir nuestros cuerpos el uno junto al otro. Acabamos mareados y sin percatarnos de la situación empezamos a soñar, soñábamos que olvidábamos el mundo, y solo tú y yo importábamos realmente, estábamos interconectados el uno hacia el otro, por un tipo de simbiosis. Nos necesitábamos el uno al otro, dependíamos cada uno del otro para seguir viviendo. No me podía imaginar vivir sin ti, y tú hacías lo mismo conmigo, y en ese mismo instante sentíamos como el mundo se había diluido como pintura al óleo, contábamos estrellas, hasta que perdimos la noción del tiempo y decidimos dedicarnos a vivir la vida como una locura. Quizás no podría ser tu príncipe azul, pero ten por seguro que siempre te haría sentir como una princesa.

Comentarios

Entradas populares